El Arte de Enseñar.- A lo largo de nuestra vida, de hecho, hay muchos pasajes imborrables que marcaron nuestra infancia, adolescencia o juventud. Dentro de éstos se hallan más frescos y latentes en la memoria, aquellos de grata recordación.
Al hallar este video en la red, no pude dejar de emocionarme, al ver en él tantos rostros amigos, que aún transcurridos los años, conservan: la sonrisa afable, el gesto noble y la candidez que permitió que aún siendo españoles los adoptáramos como compatriotas nuestros; como los hermanos mayores y en gran medida como nuestros padres espirituales.
Tuve la fortuna de crecer muy cerca de algunos de ellos como: el padrecito Hipólito Sánchez Herráns, quien fuera párroco de San Vicente en los 70’s para luego convertirse en los 80’s en párroco de Quilmaná, localidad en la que trascurrió mi infancia, más tarde conocería el carisma y contundente carácter del Padre Agapito Muñoz Muñoz y como no recordar su clásico “carajito” cuando se hallaba enfadado. Cómo no recordar al padrecito Eusebio Laguna Alonso, entrañable amigo, de profundas disquisiciones filosóficas y al mismo tiempo de gran sentido del humor; en este video se puede ver también al campechano, jovial y cariñoso padrecito Victoriano Tizón y tantos otros que conservando tan sólo su acento español, lograron confundirse entre los peruanos, sobre todo entre aquellos de los lugares más recónditos de nuestra geografía serrana.
Han sido muchos, algunos acudieron al llamado definitivo de Dios, han muerto, más no en la memoria y corazones de quienes recibimos grandes lecciones y departimos con ellos.
Que Dios los conserve con salud, fortaleza y la alegría inconfundible que siempre los ha caracterizado.
Disfrute el volverlos a ver:
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