


Pero de todas tus historias y
aventuras como la de Peter Pan y el país de nunca jamás, aún me queda fresca en
el recuerdo aquella con la que nos dejaste tu gran legado, como aquel profesor
de literatura que encarnaste, y que todos deseamos tener alguna vez, perteneciste
a “La sociedad de los poetas muertos”, como, John Keating, les enseñaste a tus
alumnos a que pensaran libremente y expresaran sus emociones y que esta fluyera
como la savia de un árbol herido.
Tu
gran lección queda impresa en la memoria… “Carpe Diem: Vivid el momento. Coged
las rosas mientras aún tengan color pues pronto se marchitarán. La medicina, la
ingeniería, la arquitectura son trabajos que sirven para dignificar la vida
pero es la poesía, los sentimientos, lo que nos mantiene vivos”.
Robin Williams, que Dios otorgue
el indulto a tus errores, y te acoja con el inmenso abrazo deseado. Como lo
dijiste alguna vez “LA
VIDA SÓLO TE DA UNA PEQUEÑA CHISPA DE LOCURA NO DEBES PERDERLA”.