Cañete Hoy.- En marcha. Ejecutivo observó la ley, pero luego su creación fue autorizada. Después de jornadas de lucha y bloqueo de carreteras, pobladores hicieron realidad un proyecto largamente esperado: la Universidad de Cañete.
Cynthia Campos. Enviada especial (La República)
Habían esperado treinta años para ver este proyecto convertido en realidad. Quizá por eso la alegría de los pobladores de Cañete fue del mismo tamaño que su protesta. El motivo del descontento: el presidente García había formulado observaciones a la autógrafa de ley que autorizaba la creación de la Universidad de Cañete, prolongando así un sueño largamente anhelado por los cañetanos, quienes tenían que trasladarse a universidades de otras provincias para acceder a una carrera universitaria.
Danzaron en la plaza
Pasados el trance de la toma de la carretera Panamericana Sur, el ataque a algunos ómnibus interprovinciales y la ira de toda una población, ahora San Vicente de Cañete luce calmada. Luego de las medidas de fuerza adoptadas por los pobladores, el Congreso aprobó por fin el proyecto. El júbilo de los cañetanos no se hizo esperar y la plaza de armas fue tomada por los pobladores que celebraron con bandas de música la aprobación de la ley.
Tienen que emigrar
Aunque no justifica los desmanes provocados, el alcalde provincial de Cañete, Javier Alvarado, entiende que la reacción de la población se debió a que la creación de una universidad nacional en la provincia se hacía cada vez más necesaria por el número de jóvenes que terminan la educación secundaria y empiezan a buscar una carrera.
“Tenemos cincuenta y nueve mil alumnos en Cañete en los niveles de inicial, primaria y secundaria. A la larga estos jóvenes tendrían que emigrar hacia Lima o Ica en busca de una profesión porque no pueden costear estudios en alguna de las universidades privadas que existen”, anota el alcalde.
Sus declaraciones están respaldadas por la población. Jholly Rojas, por ejemplo, es una joven que este año acabó la secundaria y que está pensando cómo hacer para seguir estudios superiores sin estar lejos de su familia. “Me parece bien el proyecto de que exista una universidad en Cañete. Eso beneficiará a los jóvenes en el futuro para que no tengan que irse lejos. Estudiar fuera también es costoso”, dice.
23 hectáreas de proyecto
Lo que en unos años será la Universidad Nacional de Cañete es un terreno de 23 hectáreas llamado Fundo San Luis, ubicado frente a la Panamericana Sur, a diez minutos de la plaza de armas. Se trata en realidad de un área en la que funcionarán varios establecimientos públicos, como el Gobierno Regional, el Ministerio Público, un hospital de 10 mil m², un centro refugio para el niño y la mujer, un centro de altos estudios. Habrá también zonas comerciales y de esparcimiento y la nueva ciudad universitaria, que cubre un área de 50 mil m². “El terreno en total costó 800 mil dólares que salieron de los recursos propios de la provincia. Ya iniciamos los trabajos de veredas y habilitación urbana, que son 16 mil m² y el objetivo es terminarlos a fin de año con una inversión de más de un millón de soles”, comenta Alvarado.
Es de anotar que esta universidad nace ya bajo las sucursales de otras dos universidades.
Carreras para la región
El coordinador administrativo de una de ellas, la Universidad José Faustino Sánchez Carrión, ubicada en Lunahuaná, comenta que la importancia de una sede autónoma radica en que se podrá brindar a los jóvenes carreras que vayan de acuerdo con la realidad de la región. “Las carreras que se imparten aquí son Ingeniería en Industrias Alimentarias, Agronomía, Turismo y Hotelería, Enfermería y Educación Física y Deporte. Y la tasa de empleo es alta. Tenemos un ingeniero trabajando en cada una de las productoras de vino de la zona”. La otra sucursal es de la Universidad del Callao. La idea es que a la larga los jóvenes puedan generar su propio empleo.
Esto para que jóvenes como Stephanie Medina no tengan que estar en un dilema al terminar la secundaria “porque es ir a postular a Lima ¿y si no ingresas? Y si ingresas tienes que costearte todo”.
O para que otros jóvenes como Luis Chiok, egresado de la U. José Faustino Sánchez Carrión, ahora jefe del área de producción de la universidad y emprendedor también de un negocio propio, puedan progresar y crear empleo en su propia región.
Y aunque no se justifica la violencia, por eso la furia de Cañete y por eso también su celebración, pues en un futuro sus jóvenes ya no tendrán que irse de la provincia en busca de oportunidades.
Claves
Observaciones. Entre las observaciones que hizo el presidente García a la ley de creación de la Universidad de Cañete estuvo el costo que iba a significar al erario. “La universidad se crea bajo las sucursales de la U. del Callao y la U. José Faustino Sánchez Carrión, es decir, la infraestructura ya existe. Y el costo del terreno, 800 mil dólares, fue de recursos propios de la provincia”, señaló Javier Alvarado.
Calidad. La universidad nace en un contexto en que el presidente García había pedido la no creación de más universidades y evaluar a las ya existentes. En ese sentido, Alvarado consideró importante crear una comisión que garantice la calidad de la casa de estudios.
Cynthia Campos. Enviada especial (La República)
Habían esperado treinta años para ver este proyecto convertido en realidad. Quizá por eso la alegría de los pobladores de Cañete fue del mismo tamaño que su protesta. El motivo del descontento: el presidente García había formulado observaciones a la autógrafa de ley que autorizaba la creación de la Universidad de Cañete, prolongando así un sueño largamente anhelado por los cañetanos, quienes tenían que trasladarse a universidades de otras provincias para acceder a una carrera universitaria.
Danzaron en la plaza
Pasados el trance de la toma de la carretera Panamericana Sur, el ataque a algunos ómnibus interprovinciales y la ira de toda una población, ahora San Vicente de Cañete luce calmada. Luego de las medidas de fuerza adoptadas por los pobladores, el Congreso aprobó por fin el proyecto. El júbilo de los cañetanos no se hizo esperar y la plaza de armas fue tomada por los pobladores que celebraron con bandas de música la aprobación de la ley.
Tienen que emigrar
Aunque no justifica los desmanes provocados, el alcalde provincial de Cañete, Javier Alvarado, entiende que la reacción de la población se debió a que la creación de una universidad nacional en la provincia se hacía cada vez más necesaria por el número de jóvenes que terminan la educación secundaria y empiezan a buscar una carrera.
“Tenemos cincuenta y nueve mil alumnos en Cañete en los niveles de inicial, primaria y secundaria. A la larga estos jóvenes tendrían que emigrar hacia Lima o Ica en busca de una profesión porque no pueden costear estudios en alguna de las universidades privadas que existen”, anota el alcalde.
Sus declaraciones están respaldadas por la población. Jholly Rojas, por ejemplo, es una joven que este año acabó la secundaria y que está pensando cómo hacer para seguir estudios superiores sin estar lejos de su familia. “Me parece bien el proyecto de que exista una universidad en Cañete. Eso beneficiará a los jóvenes en el futuro para que no tengan que irse lejos. Estudiar fuera también es costoso”, dice.
23 hectáreas de proyecto
Lo que en unos años será la Universidad Nacional de Cañete es un terreno de 23 hectáreas llamado Fundo San Luis, ubicado frente a la Panamericana Sur, a diez minutos de la plaza de armas. Se trata en realidad de un área en la que funcionarán varios establecimientos públicos, como el Gobierno Regional, el Ministerio Público, un hospital de 10 mil m², un centro refugio para el niño y la mujer, un centro de altos estudios. Habrá también zonas comerciales y de esparcimiento y la nueva ciudad universitaria, que cubre un área de 50 mil m². “El terreno en total costó 800 mil dólares que salieron de los recursos propios de la provincia. Ya iniciamos los trabajos de veredas y habilitación urbana, que son 16 mil m² y el objetivo es terminarlos a fin de año con una inversión de más de un millón de soles”, comenta Alvarado.
Es de anotar que esta universidad nace ya bajo las sucursales de otras dos universidades.
Carreras para la región
El coordinador administrativo de una de ellas, la Universidad José Faustino Sánchez Carrión, ubicada en Lunahuaná, comenta que la importancia de una sede autónoma radica en que se podrá brindar a los jóvenes carreras que vayan de acuerdo con la realidad de la región. “Las carreras que se imparten aquí son Ingeniería en Industrias Alimentarias, Agronomía, Turismo y Hotelería, Enfermería y Educación Física y Deporte. Y la tasa de empleo es alta. Tenemos un ingeniero trabajando en cada una de las productoras de vino de la zona”. La otra sucursal es de la Universidad del Callao. La idea es que a la larga los jóvenes puedan generar su propio empleo.
Esto para que jóvenes como Stephanie Medina no tengan que estar en un dilema al terminar la secundaria “porque es ir a postular a Lima ¿y si no ingresas? Y si ingresas tienes que costearte todo”.
O para que otros jóvenes como Luis Chiok, egresado de la U. José Faustino Sánchez Carrión, ahora jefe del área de producción de la universidad y emprendedor también de un negocio propio, puedan progresar y crear empleo en su propia región.
Y aunque no se justifica la violencia, por eso la furia de Cañete y por eso también su celebración, pues en un futuro sus jóvenes ya no tendrán que irse de la provincia en busca de oportunidades.
Claves
Observaciones. Entre las observaciones que hizo el presidente García a la ley de creación de la Universidad de Cañete estuvo el costo que iba a significar al erario. “La universidad se crea bajo las sucursales de la U. del Callao y la U. José Faustino Sánchez Carrión, es decir, la infraestructura ya existe. Y el costo del terreno, 800 mil dólares, fue de recursos propios de la provincia”, señaló Javier Alvarado.
Calidad. La universidad nace en un contexto en que el presidente García había pedido la no creación de más universidades y evaluar a las ya existentes. En ese sentido, Alvarado consideró importante crear una comisión que garantice la calidad de la casa de estudios.
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