El Arte de enseñar.- Es muy triste saber de la muerte de alguien, y mucho más triste aun, cuando ese alguien, en algún momento de su vida formó parte de los postergados, y así como tocó fondo, pudo también ser tocado por el mensaje de divino, contenido en la palabra de Dios, logrando convertirse en un cosmopolita de la poesía y de la trova.
Tus versos y tus reflexiones fueron la mejor compañía en aquellos momentos de soledad y desasosiego. Nos enseñaste a encontrar el gran valor de las cosas pequeñas, tu filosofía engalanada de música ha de pervivir en el alma de los latinoamericanos y en particular de tus compatriotas argentinos.
Como no hallar la paz, la calma al oír cada palabra tuya acompasada de tan bellos arpegios, cómo no reír y conmoverse con cada anécdota sabiamente contada:
Alguna vez refiriéndote a Madre Teresa de Calcuta contaste, cómo ésta al ser interrogada por una señora, que impresionada por verla bañar a un leproso, le dijo: yo no bañaría a un leproso ni por un millón de dólares, a lo que Madre Teresa le respondió: “Yo tampoco, porque a un leproso solo se lo puede bañar por amor”.
Cómo no recordar lo que te dijo aquel campesino chino: “Si quieres ser feliz un día emborráchate, si quieres ser feliz una semana cásate, si quieres ser feliz toda la vida se jardinero”.
Facundo, en cada cita, en cada verso, en cada una de sus reflexiones, tuvo presente a su madre, y cada experiencia ganada en la vida. Aquí algunas de ellas:
“Mi madre poco antes de morir, me dijo: muero contenta porque cada vez te pareces más a lo que cantas”.
“Gandhi, decía que cuando el hombre trabaja, Dios lo respeta, más cuando el hombre canta Dios lo ama”.
“Cada mañana es una buena noticia, cada niño que nace es una buena noticia, cada hombre justo es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor, es un soldado menos. Todo esto y mucho más, lo aprendí de mi madre, se llamaba Sara, la elegí como madre por la misma razón por la que Dios la eligió como hija. Nunca pudo aprender nada puesto que, cada vez que estaba por aprender, llegaba la felicidad y la distraía. Nunca usó agenda porque hacía sólo lo que amaba y eso, se lo recordaba el corazón. Se dedicó sólo a vivir y no le quedó tiempo para otra cosa.”
“Si amas al dinero a lo sumo llegarás a un banco, pero si amas a la vida, seguramente llegarás a Dios.”
"Dios te quiere feliz y para ser feliz hay que hacer lo que uno ama; porque el amor te acerca a todo, porque el amor es valiente; es la antítesis del miedo, que es el peor dictador"
"El que no está dispuesto a perderlo todo, no está preparado para ganar nada."
¡Ha muerto un grande!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario