“La Nueva Carrera Pública Magisterial” sigue dando que hablar y creando desconcierto; sin embargo los legisladores se hacen de oídos sordos y no reparan en lo lesiva que es ésta.
Como todos sabemos fue impuesta a través de una ley que no favorece ni a los alumnos ni a los docentes.
El estado para perpetrar su capricho, no tuvo mejor idea que la de satanizar al maestro peruano, y tildarlo de la forma más baja y reprobable dando a entender que el profesor no tiene el menor interés en especializarse y brindar un mejor servicio. Nada más falso.
Todos quienes somos maestros creemos en la necesidad de asistir al cambio y a la modernidad, pero sobre todo a la competitividad y es en razón de ello, que de un 100% de maestros siguiendo estudios de complementación académica y postgrado en aras de brindar un mejor servicio educativo, el 90% lo hace con su propio esfuerzo y sus propios medios económicos, ya que escasamente el estado cubre con esta demanda, salvo algunos gobiernos regionales y locales que invierten en la formación de sus docentes.
Para simular lo contrario el estado dispuso la formación y capacitación a nivel nacional, y no tuvo la mejor idea que contratar los servicios de universidades e institutos pedagógicos para tal fin. Sin embargo a estas alturas se hace evidente la gran cantidad de desaciertos y falencias por parte de éstos, en los que en muchos de los casos los capacitados poseen mayor nivel académico, y de experiencia profesional que muchos de los seleccionados como capacitadores.
De otro lado se ha querido despertar expectativa en los maestros promocionando los “jugosos sueldos” a los que se harían merecedores todos aquellos que se sometan a las reglas de la Nueva C.P.M. en donde se contempla la llamada “Meritocracia” la misma que contempla de un 1° a 5° nivel en el que de manera verosímil intentan hacer creer en el incremento de los salarios.
Ya la población en general nos ve, como los nuevos burgueses acaudalados, porque según dicen ganaremos hasta 4,000 soles mensuales, sin reparar que esto dependería del hecho que el docente desempeñe cargo jerárquico, además de ostentar el grado de Dr. En Educación y tener publicada producción intelectual entre otros requisitos que convierten en inaccesible a la gran mayoría de los docentes.
Lo cierto es que quienes ya han accedido a esta, han renunciado a su estabilidad laboral y ahora se encuentran con muchas sorpresas en cuanto a su jornada laboral y a merced de esta Ley, una ley que debe ser corregida, si no derogada y ofrecer las garantías de un mejor trato al docente y a la que todos podamos acceder sin condicionamiento alguno.
Como todos sabemos fue impuesta a través de una ley que no favorece ni a los alumnos ni a los docentes.
El estado para perpetrar su capricho, no tuvo mejor idea que la de satanizar al maestro peruano, y tildarlo de la forma más baja y reprobable dando a entender que el profesor no tiene el menor interés en especializarse y brindar un mejor servicio. Nada más falso.
Todos quienes somos maestros creemos en la necesidad de asistir al cambio y a la modernidad, pero sobre todo a la competitividad y es en razón de ello, que de un 100% de maestros siguiendo estudios de complementación académica y postgrado en aras de brindar un mejor servicio educativo, el 90% lo hace con su propio esfuerzo y sus propios medios económicos, ya que escasamente el estado cubre con esta demanda, salvo algunos gobiernos regionales y locales que invierten en la formación de sus docentes.
Para simular lo contrario el estado dispuso la formación y capacitación a nivel nacional, y no tuvo la mejor idea que contratar los servicios de universidades e institutos pedagógicos para tal fin. Sin embargo a estas alturas se hace evidente la gran cantidad de desaciertos y falencias por parte de éstos, en los que en muchos de los casos los capacitados poseen mayor nivel académico, y de experiencia profesional que muchos de los seleccionados como capacitadores.
De otro lado se ha querido despertar expectativa en los maestros promocionando los “jugosos sueldos” a los que se harían merecedores todos aquellos que se sometan a las reglas de la Nueva C.P.M. en donde se contempla la llamada “Meritocracia” la misma que contempla de un 1° a 5° nivel en el que de manera verosímil intentan hacer creer en el incremento de los salarios.
Ya la población en general nos ve, como los nuevos burgueses acaudalados, porque según dicen ganaremos hasta 4,000 soles mensuales, sin reparar que esto dependería del hecho que el docente desempeñe cargo jerárquico, además de ostentar el grado de Dr. En Educación y tener publicada producción intelectual entre otros requisitos que convierten en inaccesible a la gran mayoría de los docentes.
Lo cierto es que quienes ya han accedido a esta, han renunciado a su estabilidad laboral y ahora se encuentran con muchas sorpresas en cuanto a su jornada laboral y a merced de esta Ley, una ley que debe ser corregida, si no derogada y ofrecer las garantías de un mejor trato al docente y a la que todos podamos acceder sin condicionamiento alguno.
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CPM.PROFEOSRES MAL INFORMADOS FRUSTRADOS (León Trahtemberg)http://www.correoperu.com.pe/correo/columnistas.php?txtEdi_id=8&txtSecci_parent=&txtSecci_id=26&txtNota_id=145347
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