Por: Diego H. Alvarez
gelopez.wordpress.com.- El rol del periodista es sobretodo el de informar, formar y orientar.  Lo que implica una gran responsabilidad y polifuncionalidad, sobre todo  hoy día, en la era del periodismo digital. Al periodista actual no le  alcanza con saber relevar adecuadamente la información y redactar  correctamente una nota, debe ser además, su propio productor, editor y  publicista. Debe encarnarse en el espíritu de las nuevas tecnologías,  prepararse para producir en una multiplicidad de medios y a través de  múltiples formatos. 
Debe mantenerse actualizado y actualizar; puesto que  vivimos un desplazamiento del concepto de audiencia por el de la  interacción en la producción de superusuarios. En donde el surgimiento  del periodismo participativo exige muchos cambios, pero no solo del  manejo de nuevas herramientas con las que se trabajar, sino de  mentalidad, de forma de trabajar, de aprender y aprehender en la  complejidad de las redes de la información y el conocimiento. Puesto que  ya no solo es el comunicador el único poseedor de la información sino  que se reconfigura a diario mediante el periodismo participativo o  Periodismo 3.0.
El consumo cultural pasa hoy más que nunca por la demanda ciudadana,  la otrora agenda setting que imponía los temas a tratar, hoy se ve  desdibujada por la comunicación interpersonal. Como ya lo señalaban las  95 tesis del Manifiesto de Claves   “la gente se reconoce por el sonido de la voz” y en esa vuelta a la  comunicación interpersonal, a la confianza, reside gran parte del poder  del marketing y el periodismo de fuente abierta. La tecnología digital  ha permitido romper el patrón de los grandes medios, la comunicación de  masas, de uno a muchos, y ser sustituida por un modelo distributivo, en  el que muchas personas pueden dirigirse unas a otras estableciendo un  diálogo en/por enriquecimiento, donde se van juntando piezas para  componer un mensaje complejo.
“Los mercados son conversaciones”, proclama la primera de las 95  tesis. La irrupción del público debe ser vista entonces como una  oportunidad para los periodistas, que deben participar y animar el  diálogo, puesto que interactividad se convierte en un elemento esencial  de la información.
Ya es posible producir textos periodísticos en forma colaborativa,  basta echar un vistazo a cualquier versión de la Wikipedia. Este tipo de  trabajos tiene una potencialidad enorme en todos los ámbitos  relacionados con el funcionamiento de una sociedad. Educación, política  (comunicación interactiva entre gobernantes y electores), Cultura,  economía (negocios, contactos), ciencia, educación. 
Debe superarse el debate “Periodismo o Negocio”, los medios venden  las dos cosas porque están estrechamente ligadas. Para el público son  una manera de acceder a la información y para los avisadores un canal  para llegar a las audiencias. Sin torcer la ética, el manejo de la  información es un bien socialmente necesario; los medios también venden  un proyecto político que puede ser la defensa de los valores  democráticos en los que se sustentan y lo periodistas deben batallar  porque este precepto sea una verdad a diario.


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