El homenaje sincero a la Madre; las Madres, nuestra Madre.
El Arte de Enseñar.- Tal vez no sea el más indicado para dirigir estas palabras, pero el hecho de tener una madre que me ha dado la dicha de existir, el tener una esposa que me ha dado la satisfacción mas grande, de tener unos hijos maravillosos, creo que me da la pauta necesaria para poder dedicar estas sencillas palabras:
Sí, madre, palabra que tal vez en su sencillez léxica encierra más que un simple significado, palabra que traspasa distancias y fronteras, palabra que estará siempre presente en los labios y el corazón de los hombres.
Madre esa mujer de andar sereno y firme, de valentía indoblegable, de amor sin limites y de esperanzas inagotables.
Aquella mujer que inspirada en la voluntad divina, de hacer a María madre del redentor y de la humanidad, ha concedido el don de la vida a sus hijos a quienes ama en forma abnegada.
Como hijos, es nuestro deseo que este homenaje reconforte ese espíritu de lucha y entrega tan propio de tu ser.
Somos concientes que estas palabras y todo cuanto hoy hacemos no serian nada para ti, si contenidas en ellas no estuvieran todo el amor, el cariño y la gratitud, que como hijos te profesamos.
MADRE
(Autor: Carlos Oquendo de Amat)
y de tus manos vuelan palomas blancas
mi recuerdo te viste siempre de blanco
como un recreo de niños que los hombres miran desde
aquí distante
un cielo muere en tus brazos y otro nace en tu ternura
a tu lado el cariño se abre como una flor cuando pienso
entre ti y el horizonte
mi palabra está primitiva como la lluvia o como los himnos
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