Para llegar a ésta, a diario mis colegas y yo desde muy tempranas horas abordamos la movilidad y debemos recorrer más de 50 kilómetros por la carretera que conduce a Yauyos, sierra de Lima, no sólo acortando nuestras posibilidades de vida en cada viaje, ante un eventual accidente, sino que vemos nuestros magros sueldos recortados en un 30%, el mismo que está destinado a los costos de movilidad, sin recibir ningún estímulo o bonificación por encontrarnos en zona rural.
Terminada la jornada diaria, debemos pacientemente recorrer la ruta de retorno. Afortunadamente en mi caso, debido a mi modesta versatilidad y mi formación académica laboro como Catedrático de dos Universidades Privadas, digo esto porque ésta es la razón que a veces impide que pueda postear o publicar artículos con la frecuencia que algunos esperan; sin embargo, hago siempre lo posible por darme un momento.
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