Mis amigos de la blogosfera de seguro dirán: “En principio, no debió publicar su comentario”; en segundo lugar: “No estaba en la obligación de respond
erle” y en tercer lugar: “Yo en su lugar ni siquiera lo hubiese comentado”. Pero este servidor fiel a su principio pedagógico, de dar valor a las experiencias, analizarlas y canalizarlas en provecho de la educación, es que decidí hacer este post, porque si algo debo admitir es que últimamente estoy un poco escaso de inspiración y de tiempo, el mismo que no me ha permitido escribir con la regularidad y frecuencia con que venía haciéndolo.
Sin embargo, cuando no soy capaz de producir algo y considero que alguien lo viene haciendo bien, empleo una de las licencias que me permite esta sociedad del conocimiento, que es justamente compartir la información, pudiendo así copiar y pegar información de otras fuentes, las mismas que nunca dejo de consignar.
Desde siempre he considerado, que copiar no está mal, si se copia lo bueno y se hace reconociendo los créditos del autor.
Debo añadir además, que todavía hay personas que no terminan de entender ¿Qué es un blog? ¿Pare qué sirve? ni ¿Para qué puede ser empleado?, y mucho menos ¿Qué es aprendizaje cooperativo? , temas forman parte de la cultura actual y que no dejan de ser educativos, aun cuando “x” dice que el presente blog carece de ello.
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