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viernes, 2 de mayo de 2014

Ley Universitaria: todo lo que debes saber sobre el proyecto a debatirse

Luego de ser aprobado en diciembre por la Comisión de Educación, este martes se debatirá y pondrá a votación el discutido proyecto. 

Rider Bendezú
larepublica.pe.- Tras idas y vueltas en la Junta Directiva del Congreso para incluirlo en la agenda, el dictamen de la nueva ley universitaria fue incluido en el Pleno de este martes, frente al temor de diversos sectores del sistema universitario que ven con cierto peligro las modificaciones que plantea.
A diferencia de otro proyecto de ley en el Parlamento, este se distingue porque se presenta como una reforma al sistema de la educación superior universitaria, pese a que sus principales impulsores, como el legislador Daniel Mora, reconocen que pudo ser mejor debatido y elaborado.
Sin embargo, se destaca que, a pesar de esta situación, el texto cumpla el papel de renovar la educación universitaria que se ve reflejada, para bien o para mal, en la producción de investigación de las diferentes casas de estudios, sean privadas o nacionales.

EL ADIÓS A LA ANR
Para muchos, el gran problema de la universidad peruana es que es liderada por la Asamblea Nacional de Rectores (ANR), órgano autónomo que –según sus detractores- no habría cumplido su función de promover la calidad universitaria y enquistarse como una institución que cuide los privilegios de los rectores y otras autoridades.
El caso del rector de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (UIGV) es un ejemplo que usa a menudo Mora, quien es presidente de la Comisión de Educación, para desacreditar el trabajo de la ANR, que, por cierto, tardó varios meses en iniciar investigación e intervenir en la referida casa de estudios.
El proyecto plantea la desaparición total de la ANR, de  modo que ya no serán los rectores quienes controlen el sistema universitario, pero a la vez abre pasa a un polémico órgano.

LA CREACIÓN DE LA SUNEU
Desde que la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria (Suneu) fue incluida en el texto del proyecto, se generó un debate no solo por ser una institución a crear con la ley, sino también por su adscripción al Ministerio de Educación.
En este último punto, Mora ha defendido hasta el cansancio que se necesita que esté adscrita al ministerio sin que ello signifique una dependencia del Gobierno y, a su vez, esto se representa en una pérdida de la autonomía universitaria.
Para el presidente de la ANR, Orlando Velásquez, la creación de la Suneu perfila al Estado como intervencionista en la enseñanza universitaria y su autonomía, amparada por la propia Constitución Política del Perú.
El recuerdo de la Consejo Nacional de la Universidad Peruana (CONUP) asecha a la Suneu, no solo por el poder que tendría en el sistema, sino también por la composición de su directorio. A fin de que esta parte del proyecto no sea vapuleado, Mora  realizó algunas modificaciones, de moda que de los ocho integrantes de la Suneu, solo podrían ocupar el cargo de presidente, los dos representantes de las universidades públicas y privadas.

ACREDITACIÓN OBLIGATORIA
Pero así como tiene artículos que son cuestionados, el proyecto también tiene propuestas aplaudidas por la mayoría. En la actualidad, las carreras universitarias pueden acreditar su calidad de forma voluntaria, con el proyecto esto será obligatorio.

Desde hace años, opera en el Perú, el Sineace que, a través del Coneau, se encarga de elevar los estándares de calidad en la educación universitaria, mediante la acreditación y certificación de las carreras y facultades.

La nueva ley universitaria indica que aquellas carreras que no sean acreditadas en tres pruebas consecutivas, en un plazo no mayor a los siete años, podrían ser cerradas o clausuradas por la Suneu.
Por si fuera poco, aquellas facultades que no sean acreditadas, solo podrán entregar títulos a nombre de la universidad y ya no de la Nación. Mora sostuvo que ahora dependerá de los postulantes elegir una universidad que no está acreditada y que solo puede entregar títulos a nombre propio. Por la poca demanda –según dijo el legislador de Perú Posible-, estas casas de estudio terminarán por cerrar.

ELIMINACIÓN DEL BACHILLER AUTOMÁTICO
En la actualidad, el estudiante que concluye con éxitos sus ciclos académicos y los créditos necesarios obtiene el grado de bachiller, previo pago del derecho que la universidad crea conveniente. En pocas palabras, es automático al terminar los estudios.
Con la nueva ley, el universitario no solo tendrá que pagar por el derecho, sino también deberá presentar, de forma obligatoria, una tesis de investigación, tal como lo hace hoy en día para la titulación profesional.
En tanto, para la licenciatura, podrá presentar una segunda tesis de investigación, un trabajo de suficiencia profesional o una prueba rigurosa que la universidad crea por conveniente.

GRATUIDAD DE LA ENSEÑANZA SOLO PARA LA PRIMERA CARRERA
El estudiante de la universidad pública, hoy en día, goza de la educación gratuita, así sea su primera o quinta carrera. Sin embargo, el proyecto de ley en discusión tan solo garantiza la gratuidad para la primera carrera.
Ello no quiere decir que las universidades nacionales están obligadas a realizar cobros a los estudiantes que tenga más de una carrera. El parlamentario Mora explicó que ya quedará en el reglamento de cada universidad determinar si se le cobra o no al alumno y cuál sería este eventual costo.
La Federación de Estudiantes del Perú (FEP) se mostró en contra de este capítulo, señalando que muchas veces el alumno encuentra su verdadera vocación en la segunda carrera o, tal como está el mercado competitivo, requiere continuar con los estudios universitarios.

FIN DE LOS ESTUDIANTES ETERNOS
Un punto interesante a discutirse en el Pleno del Congreso es el que indica los derechos y deberes del estudiante. Aunque, inicialmente, se intentó establecer un plazo para que el estudiante concluya sus ciclos académicos, esto se modificó debido a que no todas las carreras tienen la misma duración y no todos los cursos se abren en todos los períodos.
Sin embargo, para ponerle fin a los denominados ‘estudiantes eternos’, se fijó que el alumno solo podrá jalar tres veces un mismo curso, de manera consecutiva. De ocurrir ello, las autoridades universitarias determinarán si es separado automáticamente  de la casa de estudios o lleva la materia por cuarta vez y de manera especial.

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