Desde el Tercer Piso.- (José alejandro Godoy) Luego de las manifestaciones de la última semana en Lima y en otras ciudades del país,
se esperaba un mensaje presidencial con mayor sustancia que el leído
por Ollanta Humala esta mañana. Estos fueron los rasgos más importantes
del discurso.
DEFICIENCIAS FORMALES: Una lectura cansina y
apagada. Hartos furcios al momento de leer un discurso bastante
desordenado. Varias cifras enunciadas y anuncios que se apagaban por
falta de énfasis. A ello se suma un defecto de los discursos
presidenciales de los últimos gobiernos: prima el “Estado de la Nación”
como una mera enunciación de lo avanzado por los diversos ministerios,
sin tener una visión de conjunto que brinde una unidad a los números.
EL FONDO: Ha buscado ir hacia algunos de los temas
sectoriales más complicados, pero ha olvidado dar una visión de país. Y
las respuestas que dio a temas calientes como consulta previa y las
protestas de los últimos días fueron, por decir lo menos, bastante
tibias. En lo último, solo esbozó un guiño hacia quienes marchaban al
señalar que “debía mantenerse la capacidad de indignarse”. Su único
momento como estadista fue cuando mencionó el tema del diferendo
marítimo con Chile.
SEGURIDAD CIUDADANA: Humala es consciente que este
es el tema que le cuesta más en la aprobación de la ciudadanía. Por ello
apuntó a él en lo que fue la parte menos enunciativa de su mensaje. Dos
anuncios llamaron la atención: Destituir penalmente a los malos
policías y la formación de unidades de élite policial. La pregunta es si
es que podrá cumplir con estos anuncios y cuáles metas se pondrá en
este tema.
ECONOMIA: Parte del mensaje se dedicó a tranquilizar
a los inversionistas. Esto ya lo había adelantado Humala en las semanas
anteriores. Pero faltaron muchos cómos sobre la promoción de la
inversión. Quizás el anuncio más fuerte en la materia ha sido el listado
de acciones de Petroperú así como las asociaciones público privadas,
pero no mucho más.
OMISIONES: Tres temas fuertes: políticas en materia
de derechos humanos (lo que comprende el Plan Nacional sobre la materia,
la implementación de las recomendaciones de la CVR, la agenda LGTB,
entre otros puntos), políticas culturales (se nota que la transición
Peirano - Álvarez Calderón ha sido abrupta) y, en general, las políticas
a favor de las personas con discapacidad.
Ha sido un discurso sin sorpresas, pero desganado en su lectura. Y
con una portátil francamente inoportuna. Insuficiente para recuperar la
empatía que Humala ha perdido en los últimos meses.
(Foto: Andina)
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